El trabajo es una faceta muy importante en la vida de las
personas pues gran parte de nuestro tiempo lo pasamos en nuestro puesto de
trabajo. Además, gracias a la actividad laboral, las personas obtienen una
serie de compensaciones económicas, psicológicas y sociales. En este contexto,
las organizaciones deben responsabilizarse en ir desarrollando estrategias
encaminadas a mejorar el bienestar laboral de sus trabajadores.
Sin embargo, a causa de la crisis que estamos sufriendo
por la pandemia del coronavirus, el bienestar en el trabajo se ve seriamente
amenazado. El clima de inseguridad laboral que se está viviendo en nuestro país,
así como en el resto del mundo, produce unos niveles de estrés muy altos, que
están afectando la salud física y psicológica de los trabajadores. Estrés que
se ve incrementado por los peligros que entraña el propio virus.
Pero ¿Qué se entiende por bienestar laboral? Lo podríamos definir como el mantenimiento del más alto grado de bienestar físico,
mental y social que experimenta el trabajador hacia su labor en la empresa. El bienestar
laboral abarca diferentes aspectos relacionados con el trabajo, como son, los
horarios, el sueldo, el ambiente laboral, los beneficios y servicios, las posibilidades
de ascensos y las relaciones humanas, entre otras.
¿Niveles bajos de bienestar laboral
pueden perjudicar el desempeño laboral de los trabajadores? Es obvio que un
trabajador desmotivado, y alienado de su tarea tendrá un nivel de desempeño
laboral bajo y esto hará que la organización sea menos competitiva o productiva.
¿Qué pueden hacer las empresas para
aumentar el bienestar laboral de sus trabajadores, a pesar de los recortes y la
crisis económica provocada por el coronavirus? Tener clara la idea, por parte
de los directivos y responsables de las empresas, que es precisamente el
bienestar de los trabajadores, lo que consigue un nivel alto de implicación de
éstos, y lo que estimula un desempeño excepcional y en consecuencia, unos
resultados de la empresa óptimos. Así las organizaciones deberían proporcionar
a sus trabajadores: unas condiciones de trabajos seguras y saludables, promover
la creatividad, facilitar la participación en la toma de decisiones relacionadas
con su trabajo, invertir en la formación y desarrollo humano de las personas,
unos salarios adecuados, facilitar unos horarios que permitan conciliar la vida
familiar con la laboral, un plan de ascensos y una política de empresa que no
provoque en los empleados un ambiente estresante con relación al ambiente de
inseguridad laboral.
Es el reto de las empresas: encontrar el
equilibrio entre bienestar de sus trabajadores y competitividad, y así
conseguir:
Mejorar
la productividad de los empleados. Un clima laboral malo genera conflictos y que no se alcancen los objetivos.
Generar un sentimiento de pertenencia a la empresa en
los empleados: cuando las personas sienten que su trabajo sirve para algo más
que para generar dinero a la compañía, su compromiso aumenta.
Un
buen ambiente de trabajo o un clima laboral positivo genera para el empleado un “salario emocional”
Que
cuidando el clima laboral de nuestra organización retengamos una fuga de talento.
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